En cuerpo y alma.
Mi nombre es Elisa Antolín, estudié Empresariales y trabajé durante años sentada frente a un ordenador.
Desde los 30 a los 40 sufrí dolor crónico, comenzó con las cervicales llegando a tener la sensación de no soportar el peso de mi cabeza. Tomaba antiinflamatorios a diario. El neurólogo me dijo “tienes que acostumbrarte a vivir con dolor…” Estas palabras retumbaban en mi cabeza, me negué a aceptar esta situación. Conocí la técnica yamuna® Body Rolling, enseguida experimenté un gran alivio y mi cuerpo se relajó como no lo recordaba.
Me interesé por la anatomía, y decidí estudiar los métodos PILATES y YAMUNA, especializándome en este último, viajando a Nueva York para completar mi formación de la mano de su creadora, Yamuna Zake, convirtiéndome Formadora de Profesionales.
Corregí mi pisada, mis piernas dejaron de estar torcidas y desaparecieron las molestias cervicales. Mis vértebras recobraron su espacio y alineación, me sentía más alta. Mis hombros ocuparon su lugar. Trabajé en mi rostro, la lumbar y la vista mejoraron. Aprendí a utilizar mis manos. Recuperé el equilibrio en mi pelvis, mis pies lo agradecieron. Respiré profundo y sutil, con intención. Incluso me atreví a estimular mis vísceras.
Estudiaba y experimentaba en mi cuerpo a la vez que lo sanaba, no fue fácil pero me sentía tremendamente afortunada, estaba sanando y por fin había conectado con mi esencia, podía ayudar a otras personas.
Pero sentía que faltaba algo: el tema emocional, unificar el cuerpo y el alma. Me puse en manos de diferentes profesionales para sanar mi alma, me dejé llevar por ni instinto y mi intuición y continué mi aprendizaje incorporando algunas de estas técnicas a mi trabajo para poder compartirlas con todos los que acudís a mi en busca de ayuda. Esto me hizo entender que buena parte de mi dolor físico venía de mis “terrores nocturnos” vividos desde los 14 a los 31 años.
Mi única intención es ayudarte a ENTENDER y RECUPERAR LA ALEGRÍA DE VIVIR. Se que no es fácil, que muchas veces parece imposible de conseguir, pero te aseguro que la magia existe.